Se ha iniciado una nueva época, no solo para las mujeres francesas sino, por extensión, para las mujeres del mundo entero. Si miramos hacia atrás en esta última década, se nos ha presentado ese extraño espectáculo protagonizado por el marido de Ángela Merkel, dudoso personaje al que una revista nacional llamaba ‘El Fantasma de la Ópera’[1], y su esposa que, como Jefa del Estado y con unos pantalones mal cortados y peor ajustados, inspeccionaba las tropas en varios países. En Rusia, un Putin traumatizado por el divorcio, soporta en soledad la carga del Estado.
Pero ahora por fin ha sucedido; y han comenzado de forma tan clara como piensan continuar. Hablo de esa pareja encantadora y glamorosa que se conoce como Brigitte y Emmanuel Macron. Paris Match anunciaba la historia en su portada con el siguiente titular: “Vacaciones con amor antes del ataque”.
Lo que ocurre, es que esto jamás había sucedido hasta ahora. A la cabeza de todas las encuestas de popularidad, y antes de haber puesto en marcha su movimiento, su inmensa popularidad, la de la pareja como tal, no puede ser discutida. Ni la derecha ni la izquierda pueden igualarlos y, más importante aún, no pueden reclamarlos como suyos. A su lado, Marine Le Pen parece la estrella de una anticuada película de terror. Con la formación filosófica de Macron y su asociación intelectual con la deliciosa Brigitte, se marca un nuevo comienzo para las mujeres del mundo entero.
[1] 1. Entre las contadas ocasiones en que han hecho apariciones públicas conjuntamente, destaca la asistencia al festival de ópera de Bayreuth, ocasión en la que recibió ese apodo.